Leer con y para los niños
He de empezar este post diciendo que yo de niña ya leía bastante. Reconozco que mi padre también leía mucho (hábito que desafortunadamente ha perdido) y mi madre, para el poco contacto que tuvo de niña con los libros, practica la lectura, en su caso en otro formato: revistas, artículos, …
Eso influyó en mí solo en lo que concierne a qué tipo de elementos de lectura podía tener a mi alcance. Mi colección de libros no era muy extensa, pero leía. Quizás por aburrimiento, quizás por motivación intrínseca, tal vez por imitar referentes.
A los 12 años, y ante una crisis existencial profunda, un maestro me recomendó el libro de Louise L. Hay “Pensamientos del corazón“, y así fue como hace 30 años entré en contacto con los libros de autoayuda. Más tarde, fueron los libros de lectura obligatoria en el colegio e instituto y ya de adulta, me decanté por las novelas románticas. Aunque he de decir que en estos últimos 11 años he leído especialmente sobre temas relacionados con la crianza y la maternidad, recientemente he dedicado el verano a leer y he elegido diferentes estilos, entre ellos, la novela negra, uno de mis preferidos.
Por otro lado, mi pareja, lector empedernido desde que nos conocemos, también ha influido mucho en nuestro hábito lector. Aunque al irnos a vivir juntos le dije que tendríamos un problema de espacio si seguía comprando libros, por eso nos hicimos el carnet de un par de bibliotecas.
Cuando fuimos padres, cambiamos las novelas por cuentos infantiles. Así, desde que nuestros hijos eran pequeños (antes de los dos años) ya tenían cuentos con imágenes. Y rondando los dos, iniciamos la rutina de la lectura en voz alta antes de ir a dormir.

Los niños cuentan con muchos cuentos, libros, atlas, enciclopedias y diccionarios a su alcance y siempre hemos promovido llevar cuentos o libros allá donde vamos.
Nuestro hijo mayor fue precoz en el inicio de la lectura. Su padre le leía Harry Potter y él, antes de cumplir 7años, ya leía algunos fragmentos del libro. El pequeño, con 7, leía algunos de Jurassic Park. Leen mucho. Y va por temporadas. Cuentos, cómics, revistas, libros.
Desde que pasamos los veranos juntos, vamos bastante a las bibliotecas, cogemos libros o películas. Y también a tiendas de segunda mano. Como intentamos evitar un uso excesivo de pantallas, cuando se aburren, leen.
Ahora que el mayor tiene 11 y el pequeño cerca de 9, se van a dormir más tarde. Algunas noches hacemos masajes, otras leemos en familia, cada uno su libro, y alguna otra uno de nosotros lee en voz alta (casi siempre el más pequeño de la familia). Así, hemos pasado los últimos 9 años y seguimos.
Fomentar la lectura es:
- Leer con ellos
- Leer en voz alta
- Poner a su alcance cuentos, libros, revistas, cómics, diccionarios, enciclopedias, etc.
- Ir a las bibliotecas
¡Disfrutad de la lectura!
Vanessa Ojeda