El nuevo rol del padre
Recientemente, me ha llegado una propuesta para impartir un taller sobre paternidad consciente, en Espai Família, dirigido exclusivamente a hombres.
Y no os negaré que le estoy dando bastantes vueltas. Y no es porque la temática no me parezca interesante, que lo es y mucho, sino porque se me hace difícil encontrar a posibles participantes.
He de decir que la paternidad en las últimas décadas ha sufrido cambios, quizás demasiados para lo que la sociedad está acostumbrada, aunque muy necesarios. Después de siglos de ejercer una paternidad más por filiación que por implicación, se genera ahora un nuevo entorno social, una nueva estructura familiar, en la que el hombre adquiere un nuevo rol, mucho más cercano a la madre. A menudo, implicado en el cuidado de los hijos y el sostén de la pareja. Una paternidad más consciente.
Sin embargo, muchos de esos hombres, llegan a este nuevo escenario, sin referentes, con dudas, con miedo, sin brújula, sin un trabajo personal previo y emocionalmente perdidos.
¿Cuáles han sido los referentes de estos hombres?
Sus propios padres, hoy abuelos:
- Que trabajaban muchas horas. Poco presentes
- Autoritarios
- Que negaban las mismas emociones, que también a ellos les fueron negadas: “No llores, los hombres no lloran”, “Tienes que ser fuerte”, “Eres el cabeza de familia”
- Que sentían la presión de ser la principal fuente de ingresos de sus familias
- Obligados a trabajar en oficios que no querían
- Obligados a servir en el ejército
- Influenciados por el patriarcado, el machismo, incluso la misoginia
- Faltos de información
- Emocionalmente inmaduros
Con una mochila llena de todos estos prejuicios y sin un trabajo emocional previo, se lanzan a una incipiente paternidad consciente que les empuja, en ocasiones, a la huida. Quizás os suene, el padre primerizo al que, de repente, se le ocurre abrir un nuevo negocio, o retomar los estudios abandonados, intentar promocionar profesionalmente, aprender un deporte nuevo o retomar uno olvidado. Tal vez se decante por una de estas cosas, quizás más de una. Porque enfrentarse a esta nueva situación asusta. Ponerse al frente de la trinchera, asumiendo la responsabilidad más grande que uno puede asumir, que no es otra que hacerse cargo de un ser humano vulnerable, sin instrucciones, sin referentes.
Pueden surgirles preguntas tales como:
- ¿Cómo lo hago sin perder mi espacio de hombre?
- ¿Cómo ejerzo mi nuevo rol para que todo encaje y todos estemos contentos?
Así que, tampoco es fácil ser un padre consciente hoy en día. Queda un largo recorrido por hacer, que no puede empezar por otro punto que no sea el encuentro con ellos mismos.
Felicidades a todos los padres que estáis en ese camino, lo intentáis una y otra vez y dejáis que alguien os guíe.
Vanessa Ojeda
[…] nuestros padres fueron autoritarios con nosotras. Tal vez no estaba bien visto hacer las cosas de una determinada manera, a lo mejor […]