El mes de los nuevos comienzos
Septiembre, hace días que llegaste y lo has hecho con calor, con lluvia, oliendo a rutina, a cambio, a final de verano, otoño, a nuevos comienzos.
Tan centrada estoy en todas esas novedades que casi se me olvida escribir este post. El que cada año redacto celebrando que este proyecto sigue vivo. Más vivo que nunca.
Hace 8 años decidí compartir mis confidencias sobre mi maternidad con el mundo y de ahí, paso a paso, fui caminando hacia un proyecto: Mamá se escribe con amor.
Hoy, ese proyecto está en el punto justo que deseo. Me abrió las puertas de un proyecto laboral, me permite acompañar familias y ofrecer talleres, conocer gente y hacer tribu.
Y no le dedico más tiempo porque no quiero abarcar más. Porque quiero seguir estando muy presente en la crianza de mis hijos, quiero mantener los espacios con mi pareja, familia y amigas, y guardar algún momento para mí.
No puedo evitar tener la mente muy activa y eso hace que yo solita me busque nuevos retos. Desde hace meses, los círculos de mujeres y, en breve, otro proyecto laboral que seguirá obligándome a ser creativa, a salir de mi zona de confort y a seguir creciendo.
Por todo ello, me siento muy orgullosa del camino emprendido, del proyecto personal y del crecimiento que ha supuesto para mí.
Todo esto no sería posible sin el apoyo incondicional de mi familia, mis amigas y todas las personas que me leéis, me seguís y me pedís que os acompañe.
Gracias por la confianza y feliz octavo aniversario de Mamá se escribe con amor. ¡Por muchos más!
Gracias septiembre, por ser el mes de los nuevos comienzos. Por poner a prueba mi resiliencia. Por ilusionarme. Por regalarme años.
Vanessa Ojeda