No sé muy bien cuál es el motivo por el cual hay una tendencia a convencer a los niños o desviar su atención, con falsedades, contando historias para no dormir.
Será algo cultural, que se ha ido repitiendo a lo largo de las generaciones y de esta manera perpetuando y la gente lo ha tomado como costumbre a la hora de gestionar algunas emociones de los niños.
La cuestión es que hay personas que intentan convencer a los niños diciéndoles algo que no es cierto o que no van a cumplir. Lo he visto principalmente en entornos cercanos, gente que pasa mucho tiempo con los niños. Y, sinceramente, no lo soporto. No va nada conmigo. Soy la típica madre que da tantas explicaciones a sus hijos que igual me paso y todo.
Pero es que no veo coherente acallar a un niño diciéndole que el próximo día se le comprará algo o que mañana lo irán a buscar o que se verán a la salida del colegio,… aún sabiendo que eso no será así, que no es cierto. Porque los niños entienden, procesan y memorizan. Y si aquello que se les dice no se cumple, te lo preguntan, te lo recuerdan, te lo repiten una y otra vez y en algún momento tienes que explicarle que eso no sucederá. Resultado: desconcierto total. No entienden nada. ¿Por qué se les ha mentido?
También les genera desconfianza. Alguien cercano le ha prometido algo y no se ha cumplido.
Y lo más desconcertante, si se les educa para que no mientan, ¿por qué alguien les miente a ellos?
En conclusión: no contemos cuentos para no dormir. Un NO es un NO, le pese a quien le pese. Una promesa es para cumplirla. Démosle un razonamiento sencillo, que ellos puedan comprender. Si no podemos decir la verdad o creemos que les va a doler, también podemos restringirla. Un amigo nuestro dijo una vez la frase: “Yo no miento, solo restrinjo la verdad”. Y me gustó esta afirmación. Hay veces que no podemos decirles la verdad completa porque quizás sea compleja o no sean capaces de aceptarla, pero podremos encontrar una manera de posponer el tema para otro momento en el que estén más receptivos o encontrar alguna alternativa sencilla.
Seamos claros, sinceros y simples. Nadie dice que sea fácil pero los niños necesitan sentirse en un entorno seguro y confiar en sus seres queridos. Y los cuentos para no dormir no lo son.
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