A menudo pienso que vivo en un mundo paralelo. Sería algo así como un “slow world” en el que todo ocurre a cámara lenta. Pero desde que soy madre la sensación se ha acrecentado considerablemente.
Miro a mi alrededor y veo cantidad de madres, incluso familias, con superpoderes. Estoy segura de que practican algún tipo de magia para conseguir hacer tantas cosas en su día a día.
Incluso yendo los niños al cole hasta las 17h., después aún van a extraescolares, con lo cual, esas madres e hijos se pasan media tarde en el coche de aquí para allá. Pero no sólo eso sino que también hay madres que leen libros, están en todas las redes sociales (y participan en ellas y todo), van al gimnasio, a hacerse la manicura, a clases de no sé qué, están en las asociaciones de padres, estudian, preparan clases; unas son aficionadas a la fotografía, otras a la moda, otras a las manualidades, también al cine, algunas tienen hasta un blog,…
Incluso las hay que tienen tiempo de quedar con las amigas.
Y yo me pregunto: ¿todas estas mamás cocinan, planchan, ponen lavadoras, limpian, hacen la compra, etc. además de criar a sus hijos y trabajar?
Porque si es así, yo necesito su secreto. Yo no sé cómo llegan a todo. Nosotros, entre semana, poco más hacemos que cocinar, cocinar y cocinar (mi marido) y poner lavadoras, tender y plegar ropa (yo), comprar cuatro cosas urgentes, además de ir detrás de los niños, hacerles meriendas, darles el baño, preparar cenas, contarles cuentos y después aprovechar nuestro único rato para ducharnos, cenar, responder a los mensajes y organizar lo del día siguiente. Después de eso, caigo rendida.
Y a veces alguien me pregunta que cómo tengo tiempo yo de hacer tantas cosas… pero si yo no tengo tiempo de hacer nada!
Yo sí que alucino con todo lo que hacen las otras mamás. Yo quiero que me revelen el truco de magia. ¿Cómo consiguen estirar el tiempo para poder hacer tantas cosas? ¿Habrá detrás algún poder mágico de superabuela? ¿Ha decidido alguna mamá no comer o algo parecido para ahorrar tiempo? O, ¿ganan un dineral y cuentan con servicio doméstico?
Sea como fuere esta realidad me genera malestar. Yo no puedo ni jugar con mis hijos, ni hacer limpiezas a fondo, ni ir de compras, ni me acuerdo de pedir citas médicas, casi no tengo tiempo ni de cortarme las uñas, ni de ir a tomar algo con mis amigas, y ya ni hablemos de ir a hacerme un masaje,… Así que mucho menos me sobra tiempo para hacer tantas cosas.
Resignación. No queda otra. Si no consigo el secreto de su éxito, tendré que recurrir a técnicas de cómo gestionar mejor el tiempo.
Y quizás pueda poner alguna en práctica a partir de mañana. ¡He pensado en que los niños se independicen ya!
¿Qué os parece?
Vanessa Ojeda
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