Vueltas al sol
Hoy soy yo la que cumplo años. Cuarenta y tres primaveras u otoños, aunque en realidad serían veranos que es la estación en la que nací. Pero siendo sincera, prefiero la primavera o el otoño.
Volviendo a las 43 vueltas al sol, hoy celebro mi cumpleaños rodeada de los que más amor me transmiten. Uno difícil de ofrecer. Amor incondicional. Y yo no puedo sentirme más agradecida en este momento de mi vida por todo lo que tengo, por todo lo que soy y por todos los que me aman.
Durante gran parte de mi vida me fue muy complicado sacar el lado positivo de las cosas. De hecho, mi discurso tiene un cariz negativo (viene de fábrica). Sin embargo, mi yo interior no puede sentirse más lleno de vida. De una vida plena.
- Con la presencia de todo lo que necesito y más. Valorando cada etapa de mi vida que me ha llevado hasta aquí y me ha hecho ser como hoy soy.
- Siendo consciente de la familia propia que he formado y de la familia extensa que he elegido. Aceptando todo lo que me han regalado y todo lo que he recibido.
- Agradeciendo el trabajo que hago, la gente con la que me relaciono, las personas que conozco y la gratitud que me hacen llegar.
- Disfrutando del amor de mi pareja. De su respeto y apoyo. De su escucha y la seguridad que me brinda.
- Apreciando la sabiduría que transmiten mis hijos y el amor vacío de resentimiento que me profesan.
Hoy, hace 43 años, que vine a este mundo por y para dejar una huella en los demás. No dudo de que será discreta y silenciosa, a mi imagen y semejanza, pero indeleble en aquellos con los que haya podido compartir camino.
Gracias vida como por un año más de experiencia, de salud y de amor.
¡Iniciando el camino hacia los cuarenta y cuatro!
Vanessa Ojeda