Fíjate en las fortalezas
¿Te has parado a pensar que, a lo largo de nuestra vida, nos han reforzado aquello en lo que cojeábamos?
Sí, se han fijado en cuál era nuestra debilidad y han intentado reforzarla. Que no nos van bien las matemáticas, clases de repaso. Si no dominamos la lectoescritura, a leer y escribir en casa. Que no sabemos nadar bien, clases de natación. Si no somos capaces de montar en bicicleta, a practicar el fin de semana hasta conseguirlo. De eso se ha tratado, de mejorar en aquello en lo que no éramos buenos.
¿Y qué pasa con el talento? Me resuenan frases como: “Tú no vales para cantar”. “No se te da bien tocar el piano”. “¿Así dibujas? Podrías hacerlo mejor”. Eso ha conseguido coartar nuestra creatividad y hacernos creer que no valíamos, que no éramos buenos, que no éramos creativos.
Años más tarde hemos descubierto que había cosas buenas en nosotros que no nos permitieron desarrollar o alguien nos ha dicho que tenemos talento para algo y, de repente, se ha abierto una caja de Pandora.

Los maestros siguen recomendando lo que hay que repasar en verano. Siguen diciendo en las tutorías en qué debe mejorar tu hijo y con menor frecuencia, te dicen en qué brilla.
Aunque tú ya lo sabes. Ya eres consciente de aquello en lo que brilla. Y si aún crees que no, mira a tu hijo. Observa qué le gusta hacer, sobre qué temas te habla, en qué destaca. Esas son sus fortalezas. Refuerza ese talento para que pueda convertirse en un valor. Fíjate especialmente en aquello a lo que le gusta jugar. Probablemente estará muy relacionado con lo que le guste hacer de mayor, con el camino profesional que escoja.
Déjale jugar. Probar y experimentar (siempre y cuando no comporte un peligro). Suelta y confía en tu hijo, déjale ser y decidir libremente. Apúntale a clases de eso que tanto le gusta. Provee de materiales, juegos y recursos relacionados con lo que le encanta hacer. Refuerza su talento. Porque en eso es en lo que brillará. Hazle ese favor. Hazlo por él y por su autoestima. Porque seguramente quieres que en un futuro disfrute de hacer lo que más le gusta, sin tener que abrir ninguna caja de Pandora.
Y ese talento será su gran aportación a este mundo. Refuérzalo.
Vanessa Ojeda