Aquí estamos, otro año más, ¡¡¡de celebración!!! Precisamente hoy se cumple el tercer aniversario. Sí, sí, hace 3 años que este proyecto, Mamá se escribe con amor, se hizo público.
Este último año ha sido una etapa de altibajos. En el segundo me comprometí a hacer más cosas, que no he hecho, pero a cambio me he lanzado con otras.
Ha habido momentos de bajón en los que me he planteado abandonar el proyecto porque, aunque es un trabajo personal que hago por mí misma, si lo hago público es para llegar a la gente, para conseguir conectar con otras personas que puedan encontrarse en esa misma situación, para maternar en compañía.
Y llegar a más gente sigue siendo mi asignatura pendiente. Por un lado hay algo interno que me frena a autodifundir mi trabajo y por otra parte requiere de mucho más tiempo para poder: mantener presencia en las redes, tirar de contactos, echarle morro y seguir insistiendo.
Aunque no lo parezca, un solo post lleva varias horas de trabajo detrás (escribirlo, transcribirlo, corregirlo, seleccionar la imagen, adaptarla, publicar, hacer newsletter, compartir en redes y hacer el seguimiento, entre otras cosas). Y después de todo, a veces únicamente lo lee una veintena de personas. Afortunadamente no siempre es así. Tampoco tengo el deseo de perder esa esencia discreta que me caracteriza, sino más bien conectar, y sentir que lo que cuento sirve de algo.
Intento mantener el ritmo pero, este último año, cuando no he podido, he parado. No he querido agobiarme aunque me ha sabido mal romper mi propio compromiso. Aún así, si echo la vista atrás, miro las estadísticas y comparo y veo un promedio de 2.500 visitas anuales en los dos primeros años. En lo que va de 2019 la web ya lleva más de 2.900 visitas y aún estamos en septiembre. Desde mayo de 2018 se han incrementado los clicks llegando a duplicar el número diario. Y hay un post que está dando la vuelta al mundo, acumulando ya más de 1.000 visitas.
En el último año Mamá se escribe con amor ha recibido muchas más interacciones, comentarios, likes, reacciones, etc. Y ya no solo me sigue gente conocida.
Han sido pequeños pasos que me dan aliento para continuar. Y con más fuerza porque para este próximo año me marco dos objetivos:
- Incrementar seguidores y especialmente suscriptores. Ya sabes, si no quieres perderte ningún post, suscríbete aquí. En definitiva, mantener la línea de ascenso o incluso mejorarla.
- Traspasar la línea virtual. Hasta ahora he estado detrás de la pantalla. Ahora quiero salir a la calle. Desde hace meses trabajo en ese sentido (formaciones, ferias, papelería, merchandising,…). Quiero estar más en contacto con las madres. Impregnarme de su magia y aprender de ellas. Además tengo algo en mente que va más allá.
Sueño en grande. No lo puedo evitar. La cabeza me ebulle de ideas que vienen y van. Ahora solo falta que alguna de ellas se materialice. Poco a poco os iré desvelando los pasos que voy dando.
En resumen, el objetivo de este año es seguir creciendo. Como persona y como proyecto.
Y como en cada aniversario, me despido dándoos las gracias por seguir ahí, por vuestro apoyo y por vuestras palabras que me enseñan tanto que ya forman parte de mí.
Vanessa Ojeda