Se empieza a vacunar a niños de entre 5 y 11 años contra COVID-19
La inoculación contra la COVID-19 de los niños entre 5 y 11 años ya ha empezado y en ese rango de edad se encuentran mis dos hijos.
Sabía que este momento iba a llegar y reconozco que me he sentido mucho más obligada a leer, investigar, contrastar y escuchar otras voces distintas a los medios de comunicación comunes para poder reflexionar, darle vueltas, pensar con claridad y poder así concluir en uno u otro sentido.
Llegado a este punto de la pandemia, siento la necesidad de estar más informada que nunca. Porque se me plantea un gran dilema moral. ¿Qué decido?
Como madre (y con el consenso del padre) pienso que la decisión que tome puede afectar al resto de la vida de mis hijos. Y la tomaremos nosotros, porque ellos son menores de edad. No será la primera ni la última que tomemos en la vida de nuestros hijos, pero pocas decisiones serán tan importantes como esta. Son millones de niños en el mundo, vulnerables, a la merced de nuestra conclusión.
El conflicto ético surge de discernir qué es bueno y qué puede ser malo para ellos. ¿Es mejor vacunarlos o no vacunarlos? El mismo dilema se plantea desde el momento en que decidimos ser padres. Nuestros hijos llegan a este mundo porque nosotros lo hemos decidido. Sin embargo, ¿ellos hubieran decidido lo mismo? ¿Quieren vivir? Así que no es la primera vez que me enfrento a esto. Basta conocer nuestra historia de príncipes para comprobar que la primera de todas fue la decisión más dura. Todo salió bien al final. Y, esta vez, ¿saldrá todo bien?
Es nuestra responsabilidad como padres tomar la decisión por ellos porque como adultos ya la hemos tomado y asumiremos las consecuencias. Para tomarla en nombre de mis hijos no puedo hacer otra cosa que recopilar el máximo de información posible y alejarme del miedo que se ha sembrado y que a menudo nos paraliza. Las fuentes oficiales, en su mayoría sanitarias, la recomiendan (aunque paradójicamente hace un tiempo la consideraban innecesaria). Los medios de comunicación, una herramienta de propaganda del poder político y económico, nos la venden en sus artículos, en sus imágenes y en sus vídeos o audios.
Sin embargo, si nos paramos a analizar en profundidad, la vacuna en niños se ha autorizado, que no aprobado. Ni es obligatoria, de momento. Aunque lo parezca.
No olvidemos que hablamos de la inoculación de nuestros hijos con una vacuna en fase experimental de ensayo clínico cuando sabemos que la enfermedad cursa con una muy baja incidencia en menores.
Entonces, ¿por qué se pretende vacunar a los niños? ¿No es casualidad que estén aumentando los casos entre menores en las últimas semanas justo cuando arranca la campaña de vacunación?
No es fácil concluir si la inoculación es lo correcto o no. Por ello, entre otros muchos documentos que he leído, he decidido compartir estos dos. Y lo único que quiero resaltar es que toméis la decisión que toméis, hacedlo con la información en vuestras manos. Y sea cuál sea, respetad a los que decidan lo contrario.
Con la esperanza de que todo salga bien,
Vanessa Ojeda