Este año he practicado mucho como madre pero aún no he conseguido dominar la técnica. Así que he pensado pediros algunos elementos para mejorar.
A ti, Melchor, te voy a pedir un camión de paciencia. Porque el que tengo a veces no funciona. Tal vez sea cosa de la batería, le falla un poco la energía. Hay días que por la mañana parece que arranca bien, pero al final del día ya no marcha como toca, incluso hace un ruido raro, muy estridente. Los niños se asustan y todo.
A ti, Gaspar, te voy a pedir salud. De momento la que tenemos va bien pero nos podrías traer una de recambio o al menos algunos parches. Es que no podemos salir de casa sin ella. Se ha hecho indispensable en nuestras vidas y queremos que nos dure muchos años. Porque si en algún momento dejan de fabricarla qué vamos a hacer. Y también tiritas. Tiritas que curan tanto las pequeñas pupas como las grandes heridas en el corazón.
Y por último, a ti, Baltasar, te voy a pedir un gran saco de amor. El más grande que encuentres. Porque necesito mucho para mantener unida la familia, sobre todo en esos días que no funciona bien el camión de paciencia o en los que falla la salud. También para superar los momentos difíciles. Y el saco donde venga el amor tiene que estar hecho de humor porque con humor todo pesa menos y así no iréis tan cargados.
Bueno ya sé que he pedido muchas cosas y a lo mejor no podéis traérmelas todas pero algunas sí que las necesito para seguir practicando.
Gracias Reyes Magos. Por si no sabéis donde vivimos, nuestra casa es esa donde cada día se agota la paciencia y se vuelve a regenerar con grandes dosis de amor y humor.
¡Hasta pronto!
Vanessa Ojeda
Deja una respuesta