Me encanta ser madre. Vivir esos momentos tan maravillosos con tanta intensidad me invita a reflexionar sobre lo que de verdad es importante en nuestras vidas.

Tras muchos años de experiencia, he llegado a la humilde conclusión de que me encanta ser madre:
- Cuando llevo un pantalón blanco y mis hijos me ponen el pie encima
- Cuando voy al baño y no hay otro rincón en la casa en el que puedan estar mis hijos. Esa generosidad que muestran conmigo para evitar que me sienta sola en esos momentos de intimidad
- Cuando acabo de plegar o planchar la ropa y me lo tiran todo al suelo jugando, corriendo o haciendo el “burro”
- Cuando nos sentamos a la mesa y me dicen que no se quieren comer lo que hay en el plato
- Cuando tardo una hora en cambiarle el paquete y vestirlo y se hace una caca de campeonato
- Cuando tenemos que llegar puntuales a un sitio y se niegan a vestirse, ponerse los zapatos o salir de casa
- Cuando queremos ver una peli en familia y eligen ver la misma, una y otra vez
- Cuando el bebé se acaba de dormir, después de mecerlo 25 minutos, pasa una moto a toda pastilla y se despierta, o cuando me paso una hora meciéndolo hasta que se duerme y dura dormido 20 minutos
- Cuando les pido que bajen del coche y hacen oídos sordos
- Y cuando les pido que suban al coche y no quieren atarse el cinturón
- Y pasarme la noche deambulando por la casa, porque uno pide agua, el otro tiene pipí, y yo no puedo dormir
- Cuando entro al baño, después de que hagan caca, y no han estirado de la cadena
- Cada vez que entro en sus habitaciones y veo juguetes por todas partes
- Y encontrar una caja llena de “tesoros” que recogen por el suelo de la calle
- Cuando me encuentro un moco pegado en la mesa
- Cuando estoy al borde de la histeria y mis hijos se ríen de mí.
Me encanta ser madre cuando me pasa todo esto, porque pasado un tiempo ya no tiene importancia. Y me encanta ser madre, además, cuando me abrazan, me dan besos, me dan masajes, me dicen que soy la mejor mamá del mundo (claro, no tienen otra), me regalan dibujos o me cuentan sus aventuras.
¡Feliz día de la madre!
Vanessa Ojeda
pues es que es así, si algo da ser madre es parender a relativizar, no necesariamente en el momento, pero si con el tiempo, y eso hace que todo compense y que nos encante 🤗
Sí, relativizar es fundamental para sobrevivir mentalmente. Gracias por tu comentario. 😉