¿Que los niños dormirán en nuestra cama? Nooooo…
Uno nunca se plantea qué hará cuando sea madre. O sí se imagina cómo será… una utopía, todo de color de rosa. Pero la realidad siempre supera la ficción.
La realidad: un primer post parto difícil y unos hijos con problemas de sueño. Así que el colecho fue la solución al descanso.
Los bebés se despiertan por las noches varias veces, así que yo decidí llevarlo a mi cama cuando se despertase y darle de mamar en la cama hasta quedarnos dormidos. El proceso se repetía una y otra vez convirtiéndose en un ritual. Al darle de mamar rápidamente nos quedábamos dormidos los dos, acortando así la duración de los despertares. Papá, mamá y Abraham y el cojín de lactancia compartíamos la cama. Tras 5 meses de dormir en un minúsculo espacio de 30 centímetros y arrastrar dolores de espalda y hombros, le propuse a mi marido que comprásemos una cama individual y la uniésemos a la de matrimonio. Papá se fue a la individual y nosotros nos quedamos en la grande. Seguíamos juntos pero dormíamos mejor. Así estuvimos hasta que Abraham cumplió 15 meses. Luego fue é quien pasó a la cama individual, para ir intentando el destete nocturno. Separamos un poco las camas, pusimos una barrera y papá dormía más cerca del peque.
No fue fácil pero, a los 18 meses, por fin dejó de despertarse por las noches. Justo cuando me quedé embarazada de nuevo. Ante esta situación decidimos pintar nuestra habitación y tuvimos que desmontar las camas. Aprovechamos para cambiar todo y pusimos la cama en su cuarto. Tras un ceremonial conseguimos que pasase su primera noche en su habitación. Separado de nosotros.
Así que a los 22 meses ya empezó a dormir en su cuarto. Volvieron los despertares. Y cuando se ponía enfermo y cuándo nació Ernest y cuando le quitamos el paquete y sobre todo cuando empezó a ir al colegio. Y cuando dormía fuera de casa también. Mis hijos son niños a los que siempre les ha afectado todo y lo han manifestado durmiendo mal.
Con Ernest decidimos hacer colecho desde el hospital. Con el segundo hijo todo es diferente. Desde el paritorio poco fue el tiempo que estuvo separado de mí. Cuando se lo llevaban para dar el baño, cuando me duchaba y algún momento que lo dejábamos en la cuna. Por la noche dormía conmigo, pegado, piel con piel.
Al llegar a casa, dormía con nosotros en la cama y al cabo de un mes compramos una cama individual y la anexamos a la de matrimonio. Ernesto y yo nos quedamos en la de matrimonio y Papá en la individual. Los primeros meses fueron duros. Se despertaba constantemente y pecho y pecho hasta dormirnos. Cuando empezaron a espaciarse los despertares me planteé rehacer la cama conyugal. A los 11 meses, coincidiendo con el inicio de la escoleta, bajamos la cama individual a nivel del suelo y lo pasamos a él a la cama. No me decidí por la cuna porque aún se despertaba por las noches y no era el momento de forzar del destete nocturno.
Yo dormía al lado del niño, pero en la cama de matrimonio, así que poco le costaba al despertarse tocarme hasta despertarme. Un poco después separamos un poco su cama, pusimos una barrera y a mi marido entre el niño y yo. La primera noche bajó de la cama y vino gateando hasta mi lado de la cama a buscarme.
Y en todo este tiempo, y ya tiene 18 meses, nada hemos avanzado porque los despertares se han incrementado todas las veces que se ha puesto enfermo y especialmente por culpa de los dientes. Intentamos que se vuelva a dormir sin que yo intervenga pero la mayoría de las veces no funciona. Estoy deseando que se acaben los meses de virus, contagios, enfermedades y que salgan todos los dientes de una vez para intentar iniciar el destete nocturno. El agotamiento acumulado hace estragos ya.
Hasta el momento nos ha regalado unas cuantas noches en las que ha dormido toda la noche. Eso sí, yo me he despertado tantas veces como siempre. Espero que pronto sean casi todas así. Aunque el colecho es una solución para descansar, al principio; a largo plazo se convierte en una lactancia materna prolongada.
Pero no se olvida el calor de nuestros cuerpos pegaditos, especialmente en las noches frías y la ternura que eso produce.
Algunas ideas que nos han sido útiles a nosotros
* Cojín de lactancia como apoyo para la espalda durante las tomas en la cama
* Linterna para iluminar durante la noche y evitar molestar al bebé
* Barreras de seguridad para las camas
[…] acordáis cuando os contaba que yo era de esas que pensaba que nunca haría colecho (El colecho) pues ahora me entristece decir que está tocando a su […]