Aprender y enseñar a descansar
Este proyecto nació desde la escritura terapéutica, hace ya 8 años, mientras mi hijo dormía en mis brazos. En vez de descansar yo, me ponía a escribir mientras él dormía. Qué sabía yo de la maternidad hace 10 años. Cuando fui madre, mis hijos dormían poco, siestas de apenas 25 minutos y yo corría de un lado a otro de la casa, poniendo lavadoras, intentando ducharme, haciendo la cama, o cualquier otra tarea pendiente. De lo contrario parecía que no estaba haciendo nada, excepto cuidar de mi criatura. Que ya es, aunque a veces se nos olvide o nos juzguen por hacer “solo” eso.
Desde entonces, he caído en la trampa de estar siempre activa. Criando, trabajando, cuidando de los demás, cargando mentalmente, formándome, emprendiendo…. buscando afanosamente mejorar en todos los ámbitos. He de decir que mis referentes femeninos, mi madre y mi abuela, han sido trabajadoras natas. Y siento que, si yo no lo soy, no estoy a su altura. No soy una mujer fuerte. No soy lo que se espera de mí como mujer.
Estos últimos años, he empezado a ser muy consciente de que descansar no era precisamente una prioridad para mí. He estado asumiendo cada vez más retos, tareas o gestiones y eso me ha llevado a sostener un ritmo físico y mental acelerado. Cuando he bajado el ritmo en vacaciones, he caído enferma. Está claro lo que mi cuerpo me pide. Y no puedo desoírlo más. Porque cuando no descanso, enfermo. Cuando no descanso, estoy de muy mal humor. Cuando no descanso, enseño a mis hijos que la autoexigencia y el trabajo duro son el camino. Y así es, a veces. Cuando no queda más remedio, cuando no hay otra opción. Sin embargo, hay que escucharse a una misma, preguntarse qué necesita y si la respuesta es descanso, habrá que aprender a soltar lo que puede esperar, a delegar lo que no dependa exclusivamente de nosotras, a parar para descansar, a enseñar que el descanso es necesario para la salud mental y física.
Intentamos asumir cientos de cosas a la vez, en esta era del estrés en la que hay que llegar a todo. Ser superwoman. Como esas mujeres que posturean en las redes sociales. Y no. Yo no soy ninguna de esas mujeres.
Mi tribu hace años que me habla de tomarse un descanso en vacaciones. Sin embargo, durante mucho tiempo, he programado los posts para que se publicasen incluso cuando estaba de viaje. Últimamente, ya he empezado a bajar el ritmo en los periodos de descanso. Pero este año, con más intensidad que nunca, siento la necesidad de bajar el ritmo. De publicar cuando pueda, cuando quiera. Porque la actividad que os ofrezco en mi comunidad no tiene asociado un ingreso económico directo, así que mi sustento no depende de ello y sé que vosotras vais a entender perfectamente que necesito un descanso.
Sin olvidar que mis hijos aprenderán a gritar cuando estén desbordados si yo no empiezo a apagar motores cuando lo necesito.
Así que, aquí empieza el verano a mi ritmo. Espero que el vuestro sea también al ritmo que necesitéis. Disfrutadlo.
Vanessa Ojeda