Hace unos meses, una amiga que trabaja en el ámbito escolar, contactó conmigo para contarme lo que comentaban, en una sala de profesores de una escuela, en referencia a la lactancia materna, para que le diéramos luz.
Ella se encontraba en una reunión de equipo, hablando sobre un niño al que hacen un seguimiento, y empezó a oír comentarios del tipo:
“Seguiremos con el mismo problema” (refiriéndose a dificultades en el habla).
“¿Cómo no va a estar así?, seguro que aún le da teta”.
“Segurísimo”- repusieron la mayoría de mujeres presentes.
“Aunque no nos lo diga la madre” – relacionándolo con posibles problemas en la boca y como signo de sobreprotección.
Tras varios comentarios al uso, entre risas y desaprobación, el único hombre presente en la reunión, atajó el tema diciendo que ese no era el núcleo del problema y se empezó a hablar de forma más constructiva.
Lo que más llamó la atención de mi amiga es que fueran mujeres las que criticasen una posible lactancia prolongada y que fuera un hombre el que frenara el cariz que estaba tomando la conversación.
Y sí, es una realidad. Muchas mujeres critican duramente a mamás lactantes.
No puedo evitar preguntarme, ¿qué hay detrás de todo eso?, ¿qué lleva a una madre a criticar lo que hace o no hace otra madre?
Sin duda me parece que en el fondo puede haber prejuicios culturales, asociados a una total desinformación. A veces incluso ni son madres. Obviamente me imagino que ellas, en su mayoría, no han dado el pecho o no de forma prolongada, por lo tanto carecen de la información y experiencia como para emitir juicios de valor al respecto.
En definitiva, una serie de aspectos totalmente ajenos a la madre criticada.
¿No os parece que una madre que amamanta a su hijo, alimentándolo, creando un vínculo, está haciendo lo mejor que puede hacer por su hijo?
¿No sopesaron estas mujeres entre los distintos motivos que pueden dificultar el habla: alteraciones morfológicas que presentan los niños en la cavidad bucofonatoria y orofacial, infecciones crónicas de oído.la prolongación del uso del biberón, del chupete, de las papillas, etcétera?
Seamos sensatos y centrémonos en los problemas reales. Juzgar desde el desconocimiento no solucionará el avance de ese niño con sus problemas en el habla.
Vanessa Ojeda