A miles de kilómetros. Tres noches, cuatro días, que aún no han llegado a su fin pero que me parecen una eternidad. Hoy es el tercer día y ya me gustaría volver a casa. Ya es mucho más tiempo del que jamás he estado separada de vosotros y se dilata de una forma que se me antoja eterna, como esta ciudad, tan bella como impresionante, pero tan lejana a nuestro hogar, a nuestra familia, a vosotros…
Sí, necesitábamos este viaje, por nosotros y por vosotros.
Por nosotros, como pareja, para disfrutar el uno del otro como cuando todo nuestro mundo era solo para nosotros. Para relajarnos, para romper con la rutina, para dialogar, y para reflexionar.
Por vosotros, como hijos para echaros muchísimo de menos ahora que sois todo nuestro mundo, para proyectaros en cada niño que vemos, para recordar vuestras expresiones, para pensar en lo que podemos mejorar y para volver con fuerzas renovadas. Y también tomarnos las cosas con más calma.
Queridos pequeñajos, en apenas 24h volveremos a vernos. Hasta entonces estaremos pensando en esos abrazos y esas voces que digan mamá y papá, tan anhelados.
Os queremos mucho.
Papá y mamá
Vanessa Ojeda