Sin duda, estamos viviendo un momento en nuestras vidas en que nos estamos enfrentando al CAMBIO (en mayúsculas) continuamente.
Hemos pasado de vivir en total libertad, a confinarnos, a llevar mascarillas, a reducir las reuniones, a dejar de tocarnos, abrazarnos y besarnos, vivir con miedo, distanciarnos de los que más queremos, a dejar de viajar, de ir al cine o a restaurantes. En definitiva, nos vemos privados de nuestras libertades.

Podemos adaptarnos a estas nuevas circunstancias o no.
Porque para llegar a adaptarnos a ellas pueden pasar 2 días, 2 meses o 2 años.
Es probable que, hasta conseguirlo, pasemos por las mismas fases que en un duelo:
- shock,
- negación,
- ira,
- tristeza,
- aceptación,
- trascendencia o resiliencia.
Y en cada fase podemos necesitar estar un tiempo. Yo recuerdo haber estado en shock durante varias semanas. No me atrevía a hacer nada, a dar pasos, a tomar decisiones, pensando en que pudiera pasarle algo malo a los míos. Después fui pasando de una fase a otra de forma rápida. Buscando el lado menos amargo de esta situación.
Algunos, en cambio, siguen en la fase de negación o ira.
En el mejor de los casos, ya puedes encontrarte en la fase de aceptación. Quizás hayas tardado 2 meses, 2 semanas o 2 días como los niños. Ellos son unos verdaderos maestros de la adaptación. Es cuestión de evolución humana y de eso saben mucho los niños. Se adaptan al medio rápidamente, sino se quedan atrás. En seguida han incorporado a sus vidas las mascarillas, las distancias, los confinamientos, la escuela en casa.
Y no, no es fácil adaptarse, aceptarlo y seguir adelante.
Algunos lo llamarán sumisión. Yo prefiero llamarlo adaptación.
Veo muchas cosas positivas en esta nueva situación, aunque a veces también esté harta de esta pandemia y los cambios que han surgido a consecuencia de ella.
De camino a la resiliencia.
Vanessa Ojeda
[…] en qué es lo que verdaderamente importa. También de cómo pasamos por diferentes fases hasta adaptarnos a los cambios, como os conté en un post anterior. De esta forma, acabamos hablando de por qué algunas personas […]