De mayor quiero ser… ¿cuántas veces nos habrán preguntado qué queríamos ser de mayor? Aunque pocas son las veces que se lo han preguntado a mis hijos por lo pequeños que son, yo reconozco tener mucha curiosidad por saberlo. No por determinar en qué trabajarán sino más bien por saber qué intereses tendrán.
Me encantaría saber si les gustará la música, la pintura o el baile o tal vez los números o las letras, quizás las profesiones liberales o las que tengan que ver con ayudar a las personas.
Sea lo que sea eso determinará gran parte de su vida.
Y, aunque es muy probable que a lo que se dediquen sea muy diferente a lo que ahora les interesa, he de decir que son hijos muy diferentes. Aun siendo pequeños me es difícil encontrar alguna similitud entre sus juegos preferidos. Abraham desde los 2 años mostró gran interés por la música. Siempre cantaba. Tanto es así que empezamos a ponerle sus canciones en el coche y de tanto que cantaba no dejaba que su hermano se durmiese.
Le gustaba mucho también jugar con cosas de limpieza: fregonas, escobas, mopas. Era tan obvio que los Reyes le dejaron varios juegos de este tipo. Con 2 años cumplidos encargamos a los Reyes una cocinita y se convirtió en el juguete estrella. No ha habido ninguna otra cosa con la que haya disfrutado tanto tiempo. Aunque ahora ya la usa para otras cosas (eso sí, más de 2 años después,) sigue ayudándonos a hacer pan, bizcochos, zumos. Incluso se ha disfrazado varias veces de cocinero.
Algo más tarde, como hacia los 3 años, mostró mucho interés por todo el mundo eléctrico: enchufes, cables, mandos, botones, aparatos y electrodomésticos. Aunque fue una época más corta.
Ahora no parece tener un interés en concreto por algo, más bien por muchas cosas diferentes, aunque destacaría lo relacionado con sus mesas de trabajo y lo que hace en ellas: una clase, un despacho, pintar, dibujar, manualidades, escribir.
Eso sí, muestra ser un niño muy curioso, que pregunta sobre el funcionamiento de las cosas, y muy interesado en los objetos de los adultos.
Nunca se ha apegado a objetos o muñecos y sus cosas preferidas van variando según su evolución.
Me atrevería a destacar en él algunas aptitudes o habilidades: la música, el lenguaje. También tiene buena memoria visual, recuerda cosas de hace 2 años, se orienta muy bien y demuestra grandes dotes verbales.
Sin embargo creo que hay otras cosas en las que no destacará como el deporte, los números, o las relaciones sociales. En referencia a esto último destacar que es tímido y que sus relaciones sociales no suelen ir más allá de su círculo de confianza.
Ernest, sin embargo, es muy diferente en todos los sentidos. Tal vez vuelva a escribir sobre él en un par de años, pues ahora, con sólo 3, aún es pronto para destacar algo. La referencia de Abraham me sirve para ver en Ernest un apego por los objetos. No tiene uno preferido pero le gusta llevar siempre algún objeto, desde hace ya mucho tiempo, en la mano, en la mesa, en el bolsillo, la mochila, etc. y habitualmente es un coche. Le apasionan. Tiene muchos y gran parte de ellos donados por un taller por el que pasábamos a diario, cuando iba a la escoleta.
Parece ser más lanzado en las relaciones sociales pues no tiene problema en pasar por el taller y saludar a Rafael para después entrar a buscar el tan deseado coche. También le interesa muchísimo todo lo relacionado con las sirenas: ambulancias, camiones de bomberos, coches de policía y las profesiones relacionadas con el sector. Tiene especial predilección por los bomberos. Tiene varios camiones e incluso dice que de mayor será bombero…
No parece entusiasmarle la música, aunque me sorprende ver cómo se coloca para tocar el piano y acaba de soltarse a hablar hace unos meses. Pero disfruta de nadar, de ir en moto, y en bici.
De momento danza mucho por la casa probando cosas diferentes, especialmente siguiendo o imitando a su hermano.
Como os decía, igual dentro de 2 años os vuelvo a contar algo sobre él, ahora es pronto. Pero lo que me encantaría es volver a leer este texto dentro de 25 o 30 años y ver si en algo se parece a lo que se han convertido.
Vanessa Ojeda