¿Qué pasará en el futuro?
Hace un tiempo que he dejado de mirar hacia otro lado o, más bien, he salido de mi burbuja, he abandonado mi zona de confort para tomar partido en temas, a los que me costaba enfrentarme hasta ahora.
Y eso, irremediablemente, hace tambalearse mis cimientos, mi seguridad, mi tranquilidad. Y, por ende, generarme angustia. Porque caminar hacia lo desconocido asusta.
Siento que, el “aquí y ahora”, que me había puesto por montera, se ha caído, dando paso a la incertidumbre del futuro. Eso me recuerda lo vulnerables que somos cuando no controlamos algo. Una insignificante estrella en medio del universo. Eso sí, una estrella cuya luz se suma al resto para hacer brillar todo el firmamento.
Esta nueva situación me genera miedo y no puedo evitar darle vueltas a lo que ocurrirá en el futuro inmediato o en uno más lejano. ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Cuándo? ¿Qué sucederá? Porque dar pasos, poner límites, salirse de lo establecido, de lo que esperan de ti, puede generar cierto vértigo.
Pero así funcionan las cosas. Y también así conoces los límites del respeto por parte de los demás. Acabas siendo consciente de quién te aprecia de verdad por cómo eres. Además de aprender buenas lecciones, tanto si te equivocas como si aciertas. En cualquier caso, crecer como persona.
Esto puede sucederte como madre, como hija, como trabajadora, ante un cambio, ante una nueva ideología, ante una pandemia. Aplica para casi todo momento en la vida en el que has de tomar decisiones que afectarán a tu vida, e incluso a la de los tuyos.
Cuando eliges un camino, hay que mirar hacia delante. Si tienes miedo, hazlo con miedo. Y, si te equivocas, recalcula ruta. Lo único que no podemos cambiar es que algún día moriremos. El resto, lo superaremos. Estamos preparados para ello. Aunque sea normal sentir miedo ante la incertidumbre.
Vanessa Ojeda