Querido papi:
Te escribo esta carta porque, como digo todas las semanas en nuestras reuniones, me gustan mucho tus bizcochos. Y me encanta poder ayudarte a cocinar: hacer juntos pan, bizcochos, magdalenas, cortar verduras, etcétera.
También me chifla que nos hagas helado, paella y ¡hasta coliflor rebozada!
Y qué guay poder ir contigo al parque en mi bici nueva.
Me gusta que vayamos de excursión tú y yo a buscar tesoros y es muy chulo ver cómo arreglas cosas con tus herramientas.
Me entusiasma que me ayudes a montar mis construcciones y cuando me hablas de historias de otras épocas.
Pero lo que más me gusta es que me cuentes un cuento por las noches y sobre todo si son dos. Y que te quedes a mi lado hasta que me duermo.
Te quiero mucho papi,
Abraham
Querido papi:
Te escribo una carta para decirte que disfruto cuando te metes en la piscina conmigo antes de la clase de natación.
Me gustan los días en que puedes acompañarnos por la mañana al cole, o cuando nos sorprendes viniéndonos a buscar al parque al salir del cole. Y me encanta si alguna vez aún me llevas con tu bici, o si vamos al parque con mi moto o mi bici.
También me gusta acompañarte a la compra, y que me ayudes a montar mi carretera o te pongas el casco de bombero.
Y por las noches, cuando no estoy muy cansado, que me cuentes un cuento de la Patrulla Canina.
Pero lo que más me gusta es saber todo lo que nos queda por hacer juntos: ir de torrada, ir a pescar, montar en autocaravana, visitar el parque de bomberos, ir en el bus turístico, salir de excursión, etc… y que juegues con nosotros todos los días.
Te quiero mucho papi,
Ernest
Vanessa Ojeda