¿Y si lo tiene?
¿Te preocuparía saber que tu bebé podría tener escoliosis desde la adolescencia? ¿Y si te dijeran que probablemente tendrá muchas caries? O que podría tener problemas intestinales persistentes en la edad adulta. ¿Te dejaría indiferente?
“No tiene frenillo sublingual corto” o “No le afecta” o “Es funcional” o “Si no te afecta a la lactancia no hay que darle importancia”. Estas son algunas de las frases que algunos profesionales dicen a las madres cuando les consultan sobre el posible frenillo corto de sus hijos.
Ya hablé en un post anterior sobre qué significa tener un frenillo sublingual corto o las implicaciones que puede acarrear. Hoy, además, puedo añadir de mi propia cosecha. Y es que, en casa, todos tenemos el frenillo sublingual corto. Los papás y los niños.
Esa membrana, bajo la lengua, limita el movimiento de esta, impidiendo la función de lateralización que hace la lengua para abrir la mandíbula. Eso influye directamente en la formación de la mandíbula, así como en la del paladar ya que si la lengua no se coloca tocando el paladar cuando está en reposo, no lo redondea. Y eso afectará a la estructura bucal, nasal, conductos auditivos, etcétera.
Un paladar ojival, unido a una mandíbula estrecha, hará que no haya espacio suficiente para todos los dientes, dando lugar a dientes apiñados o montados, que nacen en las encías, delante, encima o detrás, porque otros han comido su espacio.

Probablemente nos recomendarán poner ortodoncia, sufriendo dolor, sacando la mandíbula de sitio u obligando a sacrificar algunas piezas dentales definitivas para hacer sitio (doy fe de ello).
Hablando de las estructuras nasal y bucal, os diré que muchos acabaremos siendo respiradores orales, con otras posibles consecuencias:
- Maloclusión dental
- Mayor probabilidad de tener caries
- Dormir con la boca abierta
- Mal aliento
- Labios agrietados
- Garganta seca
- Mayor probabilidad de tener amígdalas grandes
- Se relaciona con la enuresis nocturna
- Afectación de la musculatura del suelo pélvico por cierre diafragmático, derivada de posturas de pecho cerradas (cifosis)
- Escoliosis (desviación de columna), posibles dolores de espalda permanentes
- Ojeras por descanso inadecuado
- Y un largo etcétera.
Y no nos olvidemos de los sistemas auditivo y respiratorio, más propensos a inflamarse y generar todas aquellas enfermedades acabadas en “-itis”: bronquitis, bronquiolitis, otitis.
Todos y cada uno de los efectos causados por tener frenillo sublingual corto aquí mencionados han sido o son experimentados por alguno o algunos de los miembros de nuestra familia.
Aunque hay más:
- Dificultades en la deglución
- Problemas de masticación (retraso en la edad que empiezan a comer sólido)
- Problemas de pronunciación
- Apnea del sueño
- Ronquidos
- Cefalea y dolor muscular
¿Aún crees que tener el frenillo sublingual corto no es significativo?
Si te ves reflejada o a alguno de tus hijos, busca ayuda profesional lo antes posible. No lo dejes pasar. La mayoría te dirá que aún es pronto, que ya se arreglará con la ortodoncia, pero en realidad, cuanto antes mejor.
Vanessa Ojeda