Queridos Reyes Magos:
Este año, la verdad, es que ya no sé qué pediros. En serio, tengo tantas cosas, tantos juguetes, que no se me ocurre nada que me haga falta para jugar.
A ver, ya tengo Lego, Playmobil, puzzles, cuentos, cocinita, bici, patinete, juegos de mesa, pinturas, mesa de juegos, mesa de luz, coches, herramientas, tuberías, juguetes de madera, materiales de manualidades,…
Cajones y armarios llenos de juguetes.
Si ni siquiera le había pedido nada a Papá Noel y me ha traído un montón de cosas.
Hay días en los que estoy aburrido y no sé con qué jugar, así que busco una caja o un palo y me lo paso genial.
Me gusta ir al campo a correr, jugar a patear piedras o lanzar palos. Excavar y dibujar sobre la tierra. Esconderme o hacerme una casa bajo un árbol.
Pero también me gusta enseñar a mi hermano una piedra que encuentro, mostrarle un bichito que acabo de descubrir o a deletrear una palabra difícil.
Y lo que más me gusta del mundo es pasar tiempo con mi familia, jugar con mi hermano, o con mis papás o ir a casa de mis abuelos.
Así que he pensado que este año lo que quiero pediros es momentos para disfrutar juntos. Que papá, mamá, mi hermano, la abuela, el abuelo, mis tíos y primos, y mis amigos jueguen conmigo, me escuchen cantar, recitar una poesía, hacer un picnic, montar una cabaña, que me expliquen cuántos países hay en el mundo y cómo se llaman o por qué se come tanta carne en este país.
Bueno, queridos reyes, ya sabéis, dejadme un saquito lleno de tiempo en familia. Y para mi hermano, lo mismo.
PD. Os dejaré algo de comer para que descanséis después de un viaje tan largo.
Muchas gracias.
Vanessa Ojeda
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