La lactancia materna, sinónimo de fuerza de voluntad.
Como he comentado en anteriores ocasiones soy una madre con mucha fuerza de voluntad y muy sacrificada. No concibo la maternidad de otra manera. No juzgo a las demás madres que no lo son pero reconozco que no lo comparto y que me cuesta aceptarlo. Soy de esas personas que piensan “si yo pude, los demás también”.
Mis lactancias también fueron duras, especialmente la primera, que se inició cinco días después de que naciese mi hijo y tras haber tomado biberón y yo haber permanecido los mismos día en cama, tumbada, sin apenas moverme. Con muy poco apoyo familiar. Con conocimientos demasiado básicos sobre la lactancia. Pero con un libro de Carlos González: Un Regalo para toda la vida (www.amazon.com) conseguí dar de mamar a mi hijo, quitarle el suplemento de lactancia artificial y seguir amamantándolo de forma exclusiva hasta los 6 meses y de forma complementaria hasta los 3 años. Mi segundo hijo aún mama y pronto cumplirá los dos años. Mis dos hijos padecieron cólicos del lactante y tuvieron problemas de sueño difíciles de superar y hace tanto tiempo como años tiene mi hijo mayor (más algunos meses de embarazo) que no duermo una noche entera.
Pero es tanto el valor y la importancia que le doy a la lactancia materna que incluso me formé en asesoramiento. Mis amigas han sido las pocas personas a las que hasta el momento he podido ayudar. Pero no solo he conocido sus dificultades sino también las de algunas otras conocidas que me han contado su historia. Mis conclusiones en este sentido se basan en haber detectado falta de fuerza de voluntad, falta de apoyo, además de información, y en que no existe un deseo real de amamantar o en que este no va más allá de unos pocos meses. Sospecho que muchas mamás no soportan el hecho de no descansar por las noches. Son valientes pero les falta empeño, tal vez. O se les hace el camino muy angosto. No quiero juzgarlas, aunque a veces me resulta inevitable, pero sí quiero darles la enhorabuena por haberlo intentado, por haber luchado, y espero lo consigan en próximas ocasiones, si lo desean.
Detrás de un amamantamiento exitoso se esconde un gran deseo de llevarlo a cabo, mucho sacrificio, mucho amor, humor y paciencia, así como información, apoyo y asesoramiento.
Por ello quiero felicitar a todas las mamás que han librado una gran batalla y la han ganado. Felicidades por vuestra perseverancia. Intentemos ayudar con nuestra experiencia a todas aquellas mamás que nos lo pidan, por sus hijos, que son lo más importante. Que puedan recibir el mejor alimento en brazos de la persona que más amor les puede dar.
Mis recomendaciones ante las dificultades en la lactancia son:
- Aprovechar el embarazo para acumular información sobre la lactancia
- Tener a mano contactos de asesoras en lactancia, asociaciones, grupos de apoyo, etc.
- Recurrir a alguien experimentado desde las primeras tomas si ya se vislumbran dudas o dificultades
- Tomar medidas lo antes posible. No dejar pasar los días. Son muy importantes los primeros días de vida para afianzar la lactancia
- Evitar chupetes, biberones, etc.; hay alternativas
- Acudir a grupos de apoyo y/o asociaciones de lactancia (ABAM)
- Seguir las indicaciones de las personas que asesoran
- Evitar acudir a pediatras, ginecólogos/as y hospitales que no tengan personal sanitario formado en la materia. No todos los profesionales sanitarios que tienen contacto directo con las mamás tiene una buena formación en lactancia. Es fundamental saber con quién se habla.
Vanessa Ojeda
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