Noches de lectura en familia
Rutina antes de ir a dormir
Había una vez, en una ciudad del Mediterráneo, una familia que leía antes de ir a dormir. La madre, una mujer que escribía relatos, dejó escrita esta historia.
Estoy aquí, tumbada en la cama, con mis hijos y mi marido. A un lado, Abraham lee un libro de Gerónimo Stilton. Al otro, Ernest mira y lee Zipi y Zape. En el extremo opuesto, Jordi lee un libro de Paul Auster. Yo escribo. En otras ocasiones, algunos leen sus libros, a otros le leemos cuentos, alguien dibuja, yo escribo. A veces, todos leemos individualmente o, uno lee para los demás.
Así son nuestras noches de lectura. Un espacio que hemos encontrado para estar juntos algunas noches a la semana. Un momento tranquilo, en el que disfrutar en familia del placer de la lectura, escritura o dibujo.
Las rutinas antes de ir a dormir nos ayudan a comunicarnos, a soltar el día, a compartir lo más destacado, a parar el tiempo.
Al principio, cuando eran bebés, la rutina consistía en darles el pecho antes de ir a dormir. Luego, durante años, fue contar un cuento. Más tarde, empezaron a leer a solas y ahora intentamos recuperar algunos días el ritual conjunto. Han pasado 8 años desde entonces. Sin embargo, me parece una excelente oportunidad para compartir y alargar la etapa de acompañarlos a dormir.
He leído que lo que fomenta la lectura en los niños es más el que nosotros les leamos, que proporcionarles cuentos y libros. Aunque tampoco han faltado en casa los cuentos y libros tanto para los niños como para los adultos. Por Sant Jordi, en los cumpleaños, prestados por los primos o extraídos de la biblioteca.
Mi hijo mayor ha encontrado en la lectura un refugio para los momentos en los que necesita desconectar, estar tranquilo o aislarse del mundo. El pequeño, aprovecha los libros y cuentos a modo de galería de imágenes en las que ver aviones, barcos, helicópteros, elementos militares o para empezar a leer nuevas aventuras. Ya que él se está iniciando en la lectoescritura.
Si me preguntáis si los padres hemos servido de modelos lectores, os diré que no directamente. Mi marido y yo hemos leído mucho a lo largo de nuestra vida, yo incluso sigo leyendo ahora, pero en momentos en que ellos duermen o no están. Desde hace poco, empezamos a tener momentos de lectura en su presencia. Aun así, les cuesta respetar la tranquilidad y concentración que necesitamos para leer. O también, que prestemos atención plena a otra cosa que no sean ellos.
Espero que, de ahora en adelante, podamos disfrutar de un tiempo de lectura individual o en familia. La lectura es cultura.
Y, colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Vanessa Ojeda
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